La insulina parece ser menos sensible al calor de lo que se pensaba

Salud

  • lunes, 30 de octubre de 2023

La insulina humana puede dejarse sin refrigerar durante mucho más tiempo de lo que se pensaba, sugieren los hallazgos de una nueva revisión Cochrane.

La revisión incluyó 17 estudios en 22 artículos publicados e información adicional no publicada de los principales fabricantes de insulina. Los datos sugieren que es posible almacenar viales de insulina humana de acción corta e intermedia sin abrir, plumas/cartuchos o jeringas de plástico precargadas a temperaturas de hasta 25 °C (77 °F) durante un máximo de 6 meses y hasta 37 °C (98,6 °F) durante un máximo de 2 meses sin una pérdida clínicamente relevante de la potencia de la insulina.

Tan sólo dos estudios encontraron pequeñas disminuciones en la potencia a temperaturas más altas y/o duraciones más largas sin refrigerar, pero el resto no lo hizo.

Esto contrasta con la guía y el etiquetado actuales que aconsejan almacenar insulina humana sin abrir a temperaturas entre 2 °C (35,6 °F) y 8 °C (46,4 °F), lo que requiere refrigeración, y, una vez abierto el vial o el cartucho de la pluma, la guía aconseja almacenarlo a "temperatura ambiente" y usarlo dentro de aproximadamente 4 a 6 semanas. Sin embargo, las recomendaciones varían, y no hay un consenso claro sobre cómo se debe almacenar la insulina humana en entornos donde no se puede garantizar una refrigeración fiable, como en los países de bajos ingresos, los afectados por el calor extremo o las áreas de conflicto o desastres naturales. En estas áreas existe un número creciente de personas con diabetes, según el informe de la Base de Datos Cochrane de Revisiones Sistemáticas. Esta revisión también encontró que las temperaturas oscilantes entre 25 °C (77 °F) y 37 °C (98,6 °F), típicas de las fluctuaciones diurnas y nocturnas en los países tropicales, durante un máximo de 3 meses no dan lugar a una pérdida clínicamente relevante de la actividad de la insulina para la insulina humana de acción corta, intermedia o mixta.

Este estudio, según su  autor principal del estudio, Bernd Richter, MD, del Instituto de Práctica General, Facultad de Medicina de la Universidad Heinrich-Heine, Düsseldorf, Alemania, abre nuevas posibilidades para las personas que viven en entornos desafiantes, donde el acceso a la refrigeración es limitado. Al comprender la estabilidad térmica de la insulina y explorar soluciones de almacenamiento innovadoras, podemos tener un impacto significativo en las vidas de quienes dependen de la insulina para su bienestar. 

Además, un pequeño estudio clínico piloto mostró que la insulina humana almacenada durante seis semanas en una olla de barro sin esmaltar con temperaturas que oscilaban entre 25 °C (77 °F) y 27 °C (80,6 °F) no dio lugar a diferencias en la reducción de la glucosa plasmática en ocho voluntarios sanos, en comparación con la insulina almacenada en el refrigerador.

Si bien el problema de la refrigeración de la insulina es menos urgente en los países de ingresos más altos, surge, como en situaciones en las que las personas dejan accidentalmente su insulina sin abrir fuera del refrigerador o cuando llevan insulina de respaldo mientras viajan.

La revisión Cochrane excluyó los estudios de análogos de insulina, utilizados en la mayoría de los países desarrollados, pero otro estudio, el de Scapozza los había incluido. "Observamos la misma estabilidad que los utilizados en los países de bajos ingresos". Añadió que sus datos, combinados con los del nuevo informe, proporcionan evidencias que harían "posible un uso mejor y óptimo de la insulina disponible, que se está volviendo cada vez más costosa". Scapozza comentó que después de presentar sus datos a la organización Médicos Sin Fronteras, escuchó de un colaborador de ese grupo que tiene diabetes. "Siempre usaba su insulina para su propio tratamiento cuando estaba en el campo trabajando y su pluma de insulina estaba en su mochila o bolsillo y su tratamiento estaba funcionando. Después de escuchar los datos, se alegró mucho porque recibió una explicación científica de por qué su tratamiento estaba funcionando, ya sea que estuviera en Suiza o durante su misión en los campos sometidos a las mismas condiciones de almacenamiento que cualquier otro paciente en países de bajos ingresos".


MÁS INFORMACIÓN:
Thermal stability and storage of human insulin
https://www.cochranelibrary.com/cdsr/doi/10.1002/14651858.CD015385.pub2/full


 

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