Las estimaciones de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) indican que en 2023 se diagnosticarán 43.000 personas de cáncer colorrectal. La incidencia en España ha ido aumentando en los últimos años y se prevé un incremento marcado a partir de 2030. Dentro de estas estimaciones, uno de los aspectos que en estos momentos más preocupa es el aumento del cáncer de colon en población menor de 50 años, con especial preocupación por el subgrupo de menores de 40 años.
Se observa un patrón diferente de la enfermedad. Parece además que está habiendo un retraso en los diagnósticos porque en estas franjas de edad un sangrado no se atribuía, inicialmente, a un cáncer de colon sino a otro tipo de patologías más benignas. Sin embargo, un sangrado o clínica digestiva en una persona menor de 40 o 50 años, debe mantenernos en alerta.
Se desconoce actualmente, aunque ya se está estudiando, la causa o causas de este aumento. Las primeras sospechas, se centran en la influencia del estilo de vida occidental -más sedentario, con tendencia al estreñimiento, con una dieta baja en fibra y rica en carne roja y productos procesados-, aunque ya se están haciendo estudios preliminares enfocados a edades precoces, relacionados toma de antibióticos en la infancia, así como influencia de otros factores en los primeros años de vida –incluso desde si el parto es por vía vaginal o cesárea-, entre otros. Se contemplan también otros tipos de procesos inflamatorios que puedan condicionar con el paso del tiempo alteraciones en la mucosa intestinal.
Ante el aumento de la incidencia de esta enfermedad, los profesionales consideran que pueden ser útiles ciertas medidas o estrategias para equilibrar la situación:
- En primer lugar, y antes del diagnóstico precoz, que es fundamental, hay que promocionar hábitos de vida saludable: evitar el estreñimiento, el sedentarismo, la dieta pobre en fibra y rica en carne procesada, el consumo excesivo de carne roja. Estos hábitos se deben trabajar y variar antes de llegar al diagnóstico.
- Por supuesto, es decisivo un diagnóstico precoz, ya que hay personas de 40 años que aun teniendo hábitos de vida favorables desarrolla cáncer de colon. Lo importante es, por tanto, consultar en cuanto haya síntomas. Todos debemos tener la 'bombilla encendida' de que, aunque una persona sea joven o no, la posibilidad de cáncer de colon está ahí. La detección temprana es decisiva porque tiene impacto en supervivencia, así como en las potenciales secuelas derivadas de los tratamientos.
En España, este tumor no tiene esa misma visibilidad cuando, si juntamos hombres y mujeres, es el tumor con mayor incidencia. Existe por delante una labor fundamental, dar a conocer esta enfermedad y, por supuesto, estandarizar a nivel nacional los programas de detección precoz, cuya implantación es aún desigual entre las distintas comunidades autónomas.