Un nuevo estudio publicado en European Heart Journal muestra que es extremadamente difícil predecir con precisión cuáles de los pacientes con infarto agudo de miocardio experimentarán muerte súbita, incluso entre quienes tienen una fracción de eyección del ventrículo izquierdo (FEVI) ≤35 %.
En este estudio:
- el equipo de investigación agrupó 20 conjuntos de datos de Europa, Estados Unidos e Israel con 140.204 pacientes con antecedente de infarto de miocardio.
- Se realizaron análisis separados en tres tipos de pacientes:
- 1) con desfibrilador automático implantable de prevención primaria [FEVI ≤35 %]
- 2) sin desfibrilador [FEVI ≤35 %]
- 3) sin desfibrilador [FEVI >35 %].
- El criterio de valoración principal fue la muerte súbita cardiaca o en los usuarios de desfibriladores, el tratamiento adecuado con desfibrilador.
- En los tres subgrupos el criterio de valoración primario se alcanzó en 17,6 %, 4,7 % y 1,4 % de pacientes tras un seguimiento de 30 a 57,6 meses, pero se encontró que la fracción de eyección del ventrículo izquierdo era un mal predictor de muerte súbita cardiaca (estadístico C entre 0,50 y 0,56).
- Considerar parámetros adicionales, como demografía, antecedentes médicos, parámetros clínicos, fármacos, electrocardiografía, ecocardiografía o incluso imágenes de resonancia magnética cardiaca en un subgrupo de participantes no mejoró el rendimiento predictivo.
"El análisis actual no ha permitido obtener una herramienta que pueda predecir el riesgo individual de muerte súbita cardiaca con precisión satisfactoria. No es posible determinar si este resultado está relacionado con la naturaleza de la muerte súbita cardiaca o con las limitaciones inherentes de los diferentes conjuntos de datos", señaló un coautor, Niels Peek, Ph. D., profesor honorario de la División de Informática, Imágenes y Ciencia de Datos de The University of Manchester, en Manchester, e investigador de The Healthcare Improvement Studies Institute (THIS Institute), University of Cambridge, Cambridge, ambos en Reino Unido.
La importancia de este estudio estriba en que la muerte súbita cardiaca representa aproximadamente 20 % de los decesos en Europa. Los pacientes con antecedentes de infarto de miocardio son particularmente vulnerables debido a arritmias ventriculares potencialmente mortales. En este último caso una opción terapéutica es colocar un desfibrilador automático implantable, pero sigue siendo complicado identificar a los mejores candidatos. Por otra parte, la reciente introducción de nuevos fármacos para la insuficiencia cardiaca o el uso de estrategias modernas de revascularización podría modificar el escenario. El estudio concluyó que los hallazgos obligan a reevaluar el beneficio de la implantación profiláctica rutinaria de desfibriladores en pacientes con fracción de eyección del ventrículo izquierdo ≤35 %, mientras otros expertos apuestan a que la aplicación de inteligencia artificial mejore la estratificación del riesgo.