En España se producen anualmente unos 30.000 casos de parada cardiaca extrahospitalaria, con unas posibilidades de supervivencia que oscilan tan solo entre el 5 y el 10%, mientras que otros países de nuestro entorno tienenla tasa de supervivencia más elevada porque la formación en RCP está más extendida entre la población. Por ejemplo, en Dinamarca, es del 12,7%; o en Noruega, donde llega a alcanzar el 15,7% .
Se trata de un estudio: “La formación en reanimación cardiopulmonar en las escuelas: es hora de reaccionar” llevado a cabo por la Sociedad Española de Cardiología (SEC), publicado en su Revista.
Para conocer el grado de penetración de la formación en RCP en los colegios españoles, se llevó a cabo este estudio a través de dos encuestas (una a alumnos de entre 12 y 18 años y otra a directores de colegios) con participación de 10 de las 14 comunidades autónomas españolas y más de 6.000 respuestas válidas entre ambos grupos.
Se trata del análisis más grande realizado hasta la fecha sobre el conocimiento de RCP en la población española en edad escolar, que revela cómo apenas el 36,2% de los escolares españoles reconoce haber recibido formación previa en RCP, una cifra muy inferior a la realidad de otros territorios como Noruega, donde el 89% de los estudiantes sí tiene esta formación, Carolina del Norte (86%) o Toronto (51%).
Por otro lado, menos de la mitad de los alumnos encuestados (el 42,2%), sabe identificar correctamente una parada cardiaca. “Para reconocer adecuadamente una parada cardiorrespiratoria solo es preciso analizar si la persona está inconsciente y no respira. Sin embargo, el 46,9% de los escolares sigue considerando erróneamente que también hay que palpar el pulso”, explica el Dr. Pablo Jorge Pérez.
Otro de los datos más llamativos del estudio es que el 68,8% de los alumnos que participaron en la encuesta no saben que el 112 es el número de emergencias.
Del estudio también se desprende que los colegios españoles tampoco están bien preparados para formar en RCP, ya que apenas el 29,7% de los centros dispone de material específico para ello, aunque un 41,5% de ellos sí cuenta con un desfibrilador externo automático (DEA) en sus instalaciones.
Como dice el Dr. Bañeras, firmante del estudio: “No es solo cuestión de que las escuelas sean un espacio cardioprotegido con desfibriladores, sino que los niños aprendan cómo reconocer y actuar ante una parada cardiorrespiratoria, sobre todo realizando compresiones torácicas de calidad para que, si en alguna ocasión se encuentran con una parada cardiaca estén donde estén, protejan al cerebro de la anoxia hasta que lleguen los equipos de emergencias”
Aunque en España existen diferentes iniciativas o estrategias para mejorar la atención a la parada cardiaca, la SEC reclama una estrategia nacional coordinada que incorpore el aprendizaje de la RCP en el currículo de todos los escolares del territorio español, siendo suficiente dos horas por año.” Si formamos a los niños hoy, a medio y largo plazo tendremos a una gran parte de la población entrenada, lo que se traducirá en mayores tasas de reanimación y de supervivencia a la parada cardiaca en nuestro país”.