Los científicos encuentran el interruptor de "encendido" para quemar energía en la grasa parda

Salud

  • domingo, 31 de diciembre de 2023

Los científicos han mapeado, por primera vez, las vías nerviosas precisas que activan la grasa parda

Quemar energía en la grasa parda es un proceso que su cuerpo utiliza para mantenerse caliente en climas fríos podría algún día conducir a nuevas terapias para la obesidad. Los científicos han mapeado, por primera vez, las vías nerviosas precisas que activan la grasa parda, o tejido adiposo marrón (BAT), una grasa especializada que genera calor. Las bajas temperaturas ponen en marcha la grasa marrón, lo que ayuda al cuerpo a mantener su temperatura y a quemar calorías en el proceso.

"Durante mucho tiempo se ha especulado que la activación de este tipo de grasa puede ser útil en el tratamiento de la obesidad y las afecciones metabólicas relacionadas", dijo Preethi Srikanthan, MD, endocrinóloga y profesora de medicina que supervisó la investigación en la Facultad de Medicina de UCLA. "El reto ha sido encontrar una forma de estimularlo selectivamente".

La grasa parda es diferente de la grasa típicamente relacionada con la obesidad: la que se acumula alrededor del vientre, las caderas y los muslos. Eso es grasa blanca. La grasa blanca almacena energía; La grasa marrón lo quema. Esto se debe a que las células de grasa parda tienen más mitocondrias, generadoras de energía.

Después de diseccionar los cuellos de ocho cadáveres humanos, Srikanthan y su equipo rastrearon las ramas nerviosas simpáticas en la almohadilla de grasa sobre la clavícula, donde se almacena el mayor depósito de grasa marrón en los adultos. Tiñeron los nervios, tomaron muestras y las observaron bajo un microscopio. Descubrieron que los nervios que conducen a la grasa marrón viajaban desde el tercer y cuarto nervio cervical de la columna vertebral, nervios que dan sensación a partes de la cara, la cabeza, el cuello y los hombros y que ayudan a controlar el diafragma. 

En un estudio anterior, el daño de estos nervios parecía impedir que un marcador químico llegara a la grasa parda. La evidencia sugiere que cambiar la inervación podría alterar la actividad de la grasa parda, lo que podría conducir a nuevos tratamientos para la obesidad y las enfermedades metabólicas como la diabetes tipo 2.

La grasa parda ya se ha relacionado con al menos un avance en el tratamiento de la obesidad. Cierta evidencia sugiere que los medicamentos populares como la semaglutida (Ozempic, Wegovy) y la tirzepatida (Mounjaro) pueden afectar la actividad de la grasa parda. Estos pertenecen a una clase de fármacos conocidos como agonistas del receptor del péptido-1 similar al glucagón (GLP-1). Funcionan imitando a la hormona GLP-1, que se libera en el intestino y el cerebro en respuesta al consumo de glucosa. "Se ha demostrado que los agonistas de GLP-1 aumentan la actividad de la grasa parda en roedores y humanos, pero probablemente indirectamente, a través de la activación de regiones específicas en el cerebro", explicó Varman Samuel, MD, PhD, profesor asociado de medicina en la Facultad de Medicina de Yale y jefe de endocrinología del Sistema de Salud de VA Connecticut. 

La literatura científica está dividida sobre esto, pero hay suficiente evidencia para respaldar una mayor investigación, dijo Srikanthan. Su equipo ha comenzado un estudio para examinar ese vínculo. Pero su descubrimiento significa que otros tratamientos nuevos podrían estar en el horizonte.

Investigaciones anteriores habían demostrado que el sistema nervioso simpático, que controla la respuesta al estrés, impulsa la actividad de la grasa parda. Pero ahora que los científicos de la UCLA han revelado los nervios exactos que conectan la grasa parda con el sistema nervioso simpático, podríamos encontrar formas de estimular esas vías para activar la grasa parda, sin estimular los muchos órganos (como el corazón y el estómago) que también están conectados a esta vasta red de nervios. Los métodos para hacerlo podrían incluir medicamentos, estimulación eléctrica o terapia de calor, según el estudio.

Aun así, hay razones para moderar las expectativas. Los depósitos de grasa parda, aunque son altamente activos metabólicamente, son bastante pequeños. Por lo tanto, la contribución general al equilibrio energético de todo el cuerpo en los seres humanos probablemente será pequeña.

Estamos aprendiendo más sobre cómo los tejidos se comunican entre sí, más allá de la liberación de hormonas o metabolitos. La activación de la grasa parda podría desencadenar "señales que ayudan a coordinar el metabolismo energético de todo el cuerpo".

MÁS INFORMACIÓN:
- Sympathetic innervation of the supraclavicular brown adipose tissue: A detailed anatomical study
https://journals.plos.org/plosone/article?id=10.1371/journal.pone.0290455

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