El beneficio de recibir tratamiento por parte de mujeres es mayor cuando la paciente también lo es. Así lo refleja un estudio que también señala los motivos que hay detrás de estos resultados.
El análisis muestra que hombres y mujeres tuvieron una mortalidad menor cuando fueron tratados por médicas, pero con diferencias positivas y “clínicamente significativas” cuando se daba una relación paciente-facultativa: 8,15 por ciento frente a 8,38 por ciento. En los varones se descartó una “diferencia importante” respecto al sexo del médico.
Yusuke Tsugawa, profesor asociado de Medicina Interna, investigador en la Facultad de Medicina David Geffen de la UCLA y autor principal del estudio señala que “Lo que indican nuestros hallazgos es que los médicos hombres y mujeres ejercen la Medicina de manera diferente y esas diferencias tienen un impacto significativo en los resultados de salud de los pacientes”.
Por ello, defiende que una mayor investigación sobre los “mecanismos subyacentes” que vinculan el género del médico con los resultados de los pacientes y por qué el beneficio de recibir el tratamiento de mujeres es mayor para pacientes mujeres “tiene el potencial de mejorar los resultados de los pacientes en general”.
Con este análisis, los investigadores han esclarecido algunos de los factores que pueden impulsan estas diferencias.
- En primer lugar, los médicos pueden subestimar la gravedad de la enfermedad si atiende a pacientes femeninas. Una investigación anterior muestra que los médicos tenían más probabilidades que sus homólogas de subestimar el riesgo de accidente cerebrovascular de las mujeres.
- En segundo lugar, el análisis relaciona a las facultativas con una comunicación “efectiva y centrada” en el paciente. En este punto, insisten en que, si es ineficaz, obstaculiza a los pacientes a proporcionar información crucial para diagnósticos y tratamientos preciosos.
- Finalmente, también añaden que el tratamiento realizado por médicas puede ayudar a aliviar la vergüenza, la incomodidad y los tabúes socioculturales durante exámenes y conversaciones sensibles y complicadas que implican, por ejemplo, abordar temas relacionados con ciertas partes del cuerpo.
Para llegar a estas conclusiones se basaron en los datos de reclamaciones de Medicare de 2016 a 2019. Se analizaron más de 450.000 pacientes mujeres y casi 319.000 hombres, de los cuales un tercio aproximadamente fueron tratados por facultativas. La población se limitó a aquellos hospitalizados por una condición médica, definida por la presencia de un grupo relacionado con el diagnóstico médico. Por tanto, se descartaron los ingresados por partos, por ejemplo.