Una nueva investigación publicada en el American Journal of Physiology encontró que la rigidez arterial ocurrió antes de la presencia del síndrome metabólico. Un aumento progresivo de la rigidez se asoció con un aumento acumulativo en el riesgo de la afección entre las 3862 personas estudiadas durante un período de 7 años a partir de la adolescencia tardía.
Los resultados revelaron una notable diferencia de sexo:
- la rigidez arterial aumentó el riesgo de síndrome metabólico en un 9% para los hombres,
- pero solo en un 1% para las mujeres.
- Los hombres también tenían cinco veces más probabilidades que las mujeres de tener síndrome metabólico.
"Parece que el síndrome metabólico tiene un nuevo factor de riesgo en el que no hemos pensado", dijo el autor Andrew O. Agbaje, MD, epidemiólogo clínico e investigador de la Universidad de Finlandia Oriental, Kuopio.
La rigidez arterial se asoció previamente con el síndrome metabólico en numerosos estudios. Pero el nuevo trabajo es el primero en encontrar evidencia de causalidad. Las investigaciones se han centrado en abordar los componentes del síndrome metabólico como la obesidad, la dislipidemia, la hiperglucemia y la hipertensión, pero la rigidez arterial puede causar de forma independiente el síndrome metabólico en 1 de cada 10 adolescentes varones.
Los resultados tienen implicaciones importantes para los médicos, el hecho de que la progresión de la rigidez arterial preceda al síndrome metabólico es importante porque podría usarse como un marcador de detección temprana de la enfermedad.
Para llevar a cabo el estudio,
- Agbaje y su equipo de investigación utilizaron datos recopilados por el Estudio Longitudinal Avon de Padres e Hijos en la Universidad de Bristol en Inglaterra.
- La rigidez arterial se midió utilizando la velocidad de la onda de pulso carotídeo-femoral, la velocidad del flujo sanguíneo de la aorta superior a la inferior.
- Evaluaron el síndrome metabólico por la presencia de tres o más factores de riesgo, incluyendo colesterol alto, triglicéridos altos y alta masa grasa del tronco.
Los participantes fueron estudiados a partir de la gestación a principios de la década de 1990, y se midieron para la rigidez arterial y el síndrome metabólico de los 17 años hasta los 24 años. El riesgo general de síndrome metabólico se duplicó dentro del período de estudio de 7 años de seguimiento entre 2009 y 2017, lo que indica que la intervención temprana durante la adolescencia es esencial.
Agbaje recomendó que los médicos comiencen a tratar la rigidez arterial y otros marcadores del síndrome metabólico lo antes posible, y señaló que el daño potencialmente irreversible a la salud cardiovascular podría ocurrir después de los 17 años. La rigidez arterial se puede reducir con actividad física y cambios en la dieta que reducen la inflamación. Los médicos deben remitir a los adolescentes en riesgo a una clínica preventiva donde puedan ser monitoreados y recibir mediciones repetidas de rigidez arterial, niveles de lípidos, presión arterial, niveles de glucosa y obesidad cada 3 meses, dijo Agbaje. La mejoría en la salud lograda después de un año sería un indicador para los médicos de si se necesita un enfoque terapéutico más agresivo, ya que hacen falta unos siete años para que el riesgo de síndrome metabólico atribuido a la rigidez arterial empeore notablemente en la población joven.
Agbaje señaló algunas vías potenciales a través de las cuales la rigidez arterial podría crear una cascada de enfermedades.
- Las arterias más rígidas interrumpen el flujo sanguíneo al hígado y al páncreas, lo que podría afectar negativamente su funcionamiento, dijo.
- El daño a estos órganos puede aumentar los niveles sanguíneos de insulina y colesterol LDL, lo que aumenta el riesgo de síndrome metabólico.
- La rigidez arterial también puede conducir a una mayor presión arterial y resistencia a la insulina, lo que puede inducir musculogénesis y vasculogénesis.
- La masa muscular excesiva resultante también puede aumentar el riesgo de la afección, dijo.
Los tratamientos para el síndrome metabólico se vuelven menos efectivos con la edad, pero enfatizó que la reversión es posible en adultos con cambios en el estilo de vida y medicamentos. La detección temprana dará a los pacientes la mejor oportunidad de revertir la enfermedad, y los médicos de atención primaria son un factor clave en este proceso. Los adolescentes en riesgo deben recibir tratamiento en una clínica de pérdida de peso o endocrinología. El tratamiento puede incluir intervenciones conductuales, quirúrgicas y farmacoterapéuticas, y los adolescentes con signos de resistencia a la insulina y alteración de la glucosa en ayunas, acantosis o prediabetes, deben comenzar a tomar metformina como la primera línea de terapia.
MÁS INFORMACIÓN:
- Arterial stiffness preceding metabolic syndrome in 3,862 adolescents: a mediation and temporal causal longitudinal birth cohort study
https://journals.physiology.org/doi/full/10.1152/ajpheart.00126.2023?utm_source=AJPHeart&utm_medium=PressRelease&utm_campaign=07.11.2023