Investigadores del University College de Londres, Reino Unido, y la Universidad de la República de Uruguay, Montevideo, encontraron que las personas genéticamente predispuestas a la siesta regular tenían un mayor volumen cerebral total, un sustituto de una mejor salud cognitiva.
Estudios previos que examinaron el posible vínculo entre la siesta y la cognición en adultos mayores han arrojado resultados contradictorios.
Para aclarar esta asociación, los investigadores utilizaron la aleatorización mendeliana para estudiar muestras de ADN, resultados cognitivos y datos de imágenes de resonancia magnética funcional (fMRI) en participantes del estudio en curso del Biobanco del Reino Unido.
- Comenzando con los datos de 378,932 participantes del estudio (edad media 57 años),
- los investigadores compararon las medidas de salud cerebral y cognición de aquellos que están más programados genéticamente para dormir la siesta con personas que no tenían estas variaciones genéticas.
- Más específicamente, los investigadores examinaron 97 secciones del código genético previamente vinculadas a la probabilidad de siestas regulares
- y correlacionaron estos resultados con fMRI y resultados cognitivos entre aquellos genéticamente predispuestos a tomar siestas regulares y aquellos que no lo estaban.
Los resultados del estudio incluyeron el volumen cerebral total, el volumen del hipocampo, el tiempo de reacción y la memoria visual.
La muestra final del estudio incluyó 35.080 casos con datos de neuroimagen, evaluación cognitiva y genotipo. Los investigadores estimaron que la diferencia promedio en el volumen cerebral entre los individuos genéticamente programados para hacer siesta de forma habitual y los que no lo estaban era equivalente a 15,8 cm cúbicos, o 2,6-6,5 años de envejecimiento. Sin embargo, no hubo diferencias en los otros tres resultados (volumen del hipocampo, tiempo de reacción y procesamiento visual) entre los dos grupos de estudio.
Los investigadores señalan que los hallazgos del estudio aumentan el conocimiento del impacto de la siesta diurna habitual en la salud del cerebro, que es esencial para comprender el deterioro cognitivo en la población que envejece. La falta de evidencia de una asociación entre la siesta y el volumen del hipocampo y los resultados cognitivos (por ejemplo, el estado de alerta) puede verse afectada por la siesta diurna habitual y debe estudiarse en el futuro.
MÁS INFORMACIÓN:
- Is there an association between daytime napping, cognitive function, and brain volume? A Mendelian randomization study in the UK Biobank
https://www.sleephealthjournal.org/article/S2352-7218(23)00089-X/fulltext